viernes, 4 de octubre de 2013

Casa Lis: Art Nouveau & Art Déco

Casa lis: art nouveau & art déco


Si hay un espacio de arte del que no te querrás marchar y que te dejará muy gratamente sorprendido ese es El Museo de la Casa Lis, en Salamanca. Visita obligatoria de paso por esa histórica ciudad.
Para quien se quede con ganas de más, aquí os dejo el enlace a la web del museo, www.museocasalis.org, de donde he sacado la información que, a revueltas con mis opiniones, resumiré en este post, así como la mayoría de las imágenes que se adjuntan ya que no se permite fotografiar el interior de la casa ni el museo (una pena, aunque comprensible) y hay que recurrir a las imágenes de archivo.
Comenzaré con un poco de historia…

Casa lis

La Casa Lis es un palacete urbano enclavado sobre la antigua muralla de la ciudad mandado construir por D. Miguel de Lis. El encargado de llevar a cabo este proyecto fue Joaquín de Vargas: diseña una fachada construida con hierro y vidrio siguiendo los preceptos de la arquitectura industrial. El resultado es uno de los pocos ejemplos de arquitectura industrial empleada para uso residencial, único por su espectacularidad y por la audacia arquitectónica de Vargas.
Pero la Casa Lis reserva una sorpresa más: su fachada norte es uno de los pocos ejemplos de arquitectura modernista que podemos encontrar en Salamanca. Construida en piedra y ladrillo, destaca su puerta de acceso y el movimiento orgánico de las verjas de hierro de una deliciosa delicadeza Art Nouveau.
 En el interior, la casa contaba con habitaciones para el verano y para el invierno, las primeras en la planta baja y las segundas, en el principal. Entre otras dependencias contaba con despacho, comedores, oratorio, sala de baños con agua fría y caliente, varios salones e invernadero. La vivienda se iluminaba con luz eléctrica y la decoración era de gusto modernista con vidrieras artísticas en la galería del patio, las puertas y la claraboya de la escalera principal.
La casa-palacio cambió de propietarios en 1917 y posteriormente fue habitada por diversos inquilinos hasta que en los años setenta, cerrada y sin uso, comienza un periodo de decadencia y degradación.
En 1981, el ayuntamiento de Salamanca, consciente del valor del inmueble, inició un expediente de expropiación que logró salvarla de la ruina. 
Actualmente el edificio es la sede del Museo Art Nouveau y Art Déco y en sus salones y dependencias se exhibe una parte de los fondos donados por D. Manuel Ramos Andrade, anticuario y coleccionista salmantino, que vio cómo en 1995 la Casa Lis, con un recuperado esplendor, abría de nuevo sus puertas, ésta vez para exponer sus colecciones únicas en España.
El museo  

El Museo es en esencia un museo de artes decorativas que propone un recorrido temporal que abarca desde las últimas décadas del siglo XIX hasta la II Guerra Mundial.


art nouveau
El Art Nouveau buscaba estimular los sentidos con un erotismo contenido que se reflejó en una particular visión de la mujer a medio camino entre la realidad y la fantasía.
Representadas como hadas o ninfas de cabelleras ondulantes, sus siluetas inocentes decoran un sinfín de artículos, pero la mujer también se plasma como una femme fatale.
La Maison de l’Art Nouveau dará nombre a la corriente francesa o belga. En España, el estilo se llamará Modernismo.
art déco
La primera guerra mundial acabará con el delirio decorativo modernista. El estilo Art Déco será el reflejo de una nueva sociedad. El término se acuñó en los años sesenta refiriéndose al arte generado en el periodo de entreguerras.
 Vivió su momento de mayor esplendor en la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París de 1925 aunque su influencia ha llegado incluso hasta nuestros días. Frente a la línea curva y la sinuosidad del Art Nouveau, en el Art Déco se impone la línea recta y los volúmenes geométricos. Es un estilo ecléctico que surge de la suma de muchas tendencias.
A diferencia de otros periodos artísticos, el Art Déco fue puramente decorativo. En sus trabajos, generalmente, los artistas no pretendían expresar sentimientos o emociones, sino crear objetos de diseño atractivo, equilibrados y que reflejasen el momento y la sociedad en que vivían.


Y tras esta necesaria introducción me gustaría describir, en pocas líneas, las sensaciones y emociones experimentadas en mi recorrido por esta fastuosa casa-museo.
Casa Lis, palacio modernista de hierro y coloridas vidrieras que no deja indiferente al transeúnte. Recomiendo tomarse su tiempo para disfrutar del exterior del palacio antes de entrar. Por supuesto, sería imperdonable pasar de largo sin visitarla.
La preciosa puerta que enmarca su entrada principal es solo el preludio de la belleza en esencia que atesora la casa en su interior.
No hay que ser ningún experto en arte para disfrutar y deleitarse con las obras y colecciones que se exponen en Casa Lis. Los amantes de la decoración podrán admirar muebles exquisitos. Los que prefieran las esculturas, lejos de aburridas exposiciones, aquí encontrarán verdaderas maravillas fetiche. Las dolls lovers creerán encontrarse en el paraíso: increíble y vasta colección de muñecas apta tanto para románticas como para realistas doll-escépticas. Mis favoritos: esta serie de muñecas de grandes ojos que inspiran especial ternura y simpatía y Kewpie, uno de los entrañables elfos de alas azules que se ha convertido en símbolo y enseña del Museo … adorables… querrás uno!


Kewpie

Resumiendo... de esencia modernista en acero y coloridos ventanales, la Casa Lis alberga una espectacular exposición de muñecas de coleccionista con nombre alemán o allure francés, torneadas bailarinas en bronce y exquisitas bañistas de porcelana, delicada disposición de antiguos frascos de perfume, joyas art déco, muebles y piezas decorativas de ensueño o pinturas de autor, entre otras maravillas.




Y como guinda al pastel, un vino y unos deliciosos pinchos en La Barra de Gonzalo, bajo los soportales de la Plaza Mayor: todo un deleite gastronómico.









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